RESUMEN DE LA PEL�CULA
DO
N JUAN DE MARCO
Es un pelÃcula que se trata de un hombre, quien dice ser Don Juan de Marco, él intenta suicidarse por que no pudo conquistar a la mujer a quién él realmente ama, estando a punto de suicidarse llega un psiquiatra, que trabaja en un servicio de salud que tiene que ver con la justi
cia, él logra que no se suicide y comienza una terapia con él, le cuenta su historia de vida, en donde él afirma que es Don Juan de Marco, con sus relatos, aviva el fuego del amor que tiene este psiquiatra para con su esposa, que se encuentra en el ocaso de la madures.
MIRADA TEÓRICA Y FENOMENOLÓGICA DEL CASO
La pe
lÃcula comienza con un hombre, que se arregla, echa perfume y se pone una máscara, y afirma diciendo “soy el mejor amante del mundoâ€�...“le he hecho el amor a más de mil mujeresâ€�...“ninguna mujer a dejado mis brazos insatisfechaâ€�...“solo una no ha queridoâ€�.
Por esa razón él dice “a mis 21 años he querido dejar mi vida, pero por último, una última conquista�.
Se acerca a una mujer que se encuentra en el restauran del hotel “Sevillaâ€�, ella le dice que espera a un amigo, pero él dice llamarse Don Juan de Marco, ella sonrÃe, y él agrega “yo les doy placer, si ellas lo deseanâ€�, ella juega con el tenedor de una forma excitante y masturbatoria, mientras que él, comienza a seducirla con sus palabras, diciéndole que hay mujeres con una hermosa cara, curvas en sus orejas y que todas tienen algo hermoso, con sus palabras comienza a recorrer su cuerpo desde sus manos a sus pies, posteriormente se ve que él tiene sexo con esta mujer, el histérico, tiene un yo histerizador, por lo tanto se apropia de todos los gestos, todas las palabras o todos los silencios que percibe en el otro o que él mismo dirige al otro.
Dice que cada mujer es un misterio a resolver.
Comenta que “el momento de la mayor excitación es cuando ha alcanzado su cúspide�.
Estando arriba de un cartel, que tiene la foto de aquella mujer que ha robado su corazón y que usa el antifaz igual que él, dice que “ahora debe morirâ€�, la policÃa comenta que tiene un disfraz de Don Juan, llaman al psiquiatra y cuando llega se presenta como el mejor de los “loquerosâ€�, al llegar donde se encuentra él, Don Juan le dice que quiere al espadachÃn Don Francisco de Silva, el psiquiatra le pregunta por qué desea terminar con su vida, él le responde que no hay nada por que vivir, cuando doña Ana no lo quiere, le dice con tono de preg
unta, doña Ana debe ser especial y él contesta que sin ella la vida no puede continuar, el psiquiatra le dice que por que perder todo, él le pide perdón por lo que intentó hacer.
Él, al identificarse como Don Juan de Marco, asumiendo que no lo es, existe una inconsistencia de la persona, el yo del histérico es un yo que no ha conseguido organizarse conforme a una identificación de su propia persona. Ciertamente a todos nos cuesta fijar nuestra identificación al personaje que deseamos ser y siempre existe una cierta diferencia entre lo que queremos ser y lo que somos. En este sentido parecemos ser de otra manera de lo que somos. Pero en el histérico la máscara del personaje oculta completamente a la persona. Todo el conjunto de la persona del histérico refleja esta “falsedad� y su sistema de organización se desarrolla construyendo un falso personaje que vive una falsa existencia.
Además la represión amnésica de los acontecimientos reales, se ve en que hay represiones, desconocimientos, en el curso de la vida, hacen desaparecer los recuerdos reales (amnesias, ilusión de la memoria) para sustituirlo por lagunas o por mentiras, el vive una vida que no es la suya, no es real, él no es Don Juan. Todo en su conducta y en su actitud testifica este deseo de sustituir el principio de la realidad por el placer y de la fantasÃa, el histérico es como el niño que no consigue constituir la trama de su existencia, el orden cronológico de sus recuerdos, los olvidos, los falsos recuerdos, los recuerdos “pantallaâ€�. Todo esto constituye una de las caracterÃsticas esenciales de la insinceridad inconsciente del histérico, asà la neurosis aparece como una neurosis de deseo, deseo de gustar, deseo de exhibirse, deseo de seducir, deseo de ofrecerse como un espectáculo. Estos deseo guÃan todas las conductas de represión, separando o negando los acontecimientos de la historia personal, al mismo tiempo que las exigencias profundas de las pulsiones libidinales.
La falsificación de la existencia, es común en los histéricos, ya que no solo vive en un m
undo ficticio por efecto de la represión de todo lo que deberÃa constituir la trama auténtica de su vida de relación, sino que además no cesa de obtener “beneficios secundariosâ€� de su neurosis por una especie de erotización de la imaginación. Ésta se convierte en una verdadera técnica de satisfacción libidinal. Es particularmente en el mundo percibido, donde él altera la realidad concreta, no puede ver las cosas como son, se relaciona con sus fantasmas. Él además reemplaza el imposible orgasmo por los goces del juego y del simulacro, y asà ocurre que el desenfreno más o menos simbólico de la imaginación sexual constituye una parte integrante de esta teatralidad de la existencia histérica, en la que el neurótico desempeña su papel como un actor. A menudo la vida del histérico halla su marco “naturalâ€� entre los bastidores de teatro, en el mundo de los artistas, en general.
Estando internado en el psiquiátrico, Don Juan le pregunta al doctor, ¿usted que sabe del amor? ¿ha amado a una mujer, hasta que brote leche de ella? ¿hasta que ella se sienta satisfecha, que explote y solo el llanto provoque?.
Estando con el psiquiatra a quien lo llama como “Octavio de Floresâ€�, le dice que sus hombres le han quitado la máscara, que nunca se la ha quitado en público y que esto lo meterá en lÃos, desde los 16 años que la tiene puesta, desde que dejó a su madre.
Él comienza a contar su vida, diciendo que vio a su madre desnuda, “desde los primeros meses habÃa algo diferente en mÃâ€�, la madre no se mostró directamente, sino que él la vio a través de un espejo, el fantasma inconsciente que origina la histeria es un fantasma visual, la amenaza entra por los ojos en el caso del niño varón, tenemos que se sobrecoge de horror al ver la imagen del cuerpo sin ropas de una mujer, para ser exactos, del cuerpo desnudo, “castradoâ€�, de la madre. De la madre o de cualquier otra mujer con la que exista un lazo de amor. La visión del cuerpo femenino, percibido como un cuerpo privado de pene, provoca
angustia porque el niño piensa que él mismo puede ser vÃctima de una castración igual. Bastó que viese a su madre desnuda, percibiéndola castrada, para que de inmediato le asaltase el temor de padecer el mismo destino.
Sigue comentando que sus juegos eran distintos, le preocupó a la madre, ya que se ve, él seduciendo a las monjitas en la iglesia, cuando estaba un poco más grande, mientras los niños jugaban, las niñas hacÃan fila para besarlo, cuenta que un dÃa vio a “doña Queridaâ€�, en la ventana de su casa con un camisón de seda, que apenas tocaba su piel, esto para él resultó sumamente excitante, él posee un yo que histeriza, es decir erotiza cualquier expresión humana, la que fuere, aun cuando por sà misma, en lo Ãntimo, no sea de naturaleza sexual, lo hace con la máxima inocencia, sin saber, él sexualiza lo que no es sexual.
Cuenta como sus padres se conocieron y de la noche de pasión que tuvieron el primer dÃa de conocerse, ya que fue amor a primera vista, él nación exactamente a los 9 meses después.
Al psiquiatra le exigen que le de medicamentos a Don Juan, pero él les dice que si se los da, no podrá entrar en su mundo.
Le aplican un test, muy parecido al Rorschach, quizás otra serie de láminas, él las describe de una forma muy sexual.
Él dice que el ve a las mujeres como realmente son, no esta limitado en su vista, sino que el las ve más profundamente.
Él relata su primera experiencia sexual, comienza diciendo que la madre le buscó una tutora, llamada doña Julia, de 23 años, casada con un hombre mayor, ella aparece leyendo en la Biblia un párrafo que decÃa más o menos asà “glorifica a Dios con vuestro cuerpo y espÃritu que son de Diosâ€�, él trata de seducirla, un dÃa en él rió, cuando atardecÃa, el comienza a cortejarla, pero ella le dice que no lo consentirá, pero después de un beso que él le da, lo hizo, y continuaron esta relación por algún tiempo, incluso el comenta que esta casi vivió en su casa con ella.
Don Juan hace cuatro preguntas ¿qué es sagrado?, ¿de qué está hecho el espÃritu?, ¿por qué vale la pena vivir?, ¿por qué vale la pena morir?, la respuesta a todo
esto es el amor.
Entre los diagnósticos que manejaba el psiquiatra se encontraba un desorden obsesivo compulsivo, con posible personalidad histérica.
En otra sesión él continúa contando su vida, la historia con doña Julia, él esposo de ella lo descubre con él y lo quiere matar, pero el esposo despechado siembra el rumor, diciendo que él, fue amante de la madre de Don Juan, por esta razón el padre lo reta a un duelo para defender el honor de su esposa, a él lo hieren, pero antes de morir su hijo le dice que lo perdone, luego él mata al asesino de su padre, durante la ofensiva la madre dice que no puede perder a los dos, Don Juan afirma que su madre nunca tuvo una aventura, además declara que desde esa noche puso una máscara en su rostro y juró no quitársela en presencia de otro, para ocultar la venganza y rabia que tiene, comenta que su padre lo dejo muy pronto y que no tuvo oportunidad de ... (no dice nada). Aquà observamos algo común en las histerias que es ser parte de un triangulo, lo vemos en lo edÃpico, en cuanto al deseo que tiene hacia su madre, en donde él es el tercero excluido, por el padre, es el tercero excluido del matrimonio de doña Julia y su esposo, con el sultán que aparece más adelante y cuando muere su padre sigue siendo el tercer excluido por que su madre era amante del esposo de doña Julia.
Él cuenta que su madre se fue a México e ingreso a un convento de monjas y él tomó un barco, en donde todos los pasajeros fueron tomados prisioneros y vendidos como esclavos, dice que él fue comprado por una de las cuatro esposas del sultán y que tiene un harem de 1500 mujeres, cuando la mujer que lo compró quiere tener relaciones con él, este le dice que “aún ama a otraâ€�, pero ella al decirle que se desvista, él dice que como podrÃa dormir con otra mujer que no
fuera doña Julia y agrega que le sorprendió como pudo olvidar rápidamente, ya que accedió al deseo de su “dueñaâ€�, si bien puede ser que tiene relaciones sexuales, no establece vÃnculos afectivos o no se involucra emocionalmente, ni profundamente con las personas con las que tiene sexo, esta pendiente en satisfacer al Otro, y su yo sigue estando insatisfecho.
Cuando el sultán lo ve vestido como mujer, como parte de su harem, lo cita para un encuentro sexual para esa noche, él ayudado por la mujer, toma un barco que naufragó y llega a una isla, estando allà conoce a su nuevo amor, ella tiene 17 años, él le promete que la ama, pero comenta que “ella pensaba que yo me habÃa reservado para ella como ella a miâ€�, él no le puede mentir y le dice que antes que ella han habido exactamente, unas....1502, con esto ella se pone la máscara como humillación. Como dice Lacán en unos de sus seminarios, desde el momento en que hay nombres, se puede hacer una lista de las mujeres, y contarlas. Si hay 1502 porque puede poseérselas una por una, que es lo esencial. Y es algo muy distinto al uno de la fusión universal. Si la mujer no fuese no-toda, si en su cuerpo no fuese no-toda como ser sexuado, nada de esto se sostendrÃa.
Una vez más Don Juan le pregunta al psiquiatra ¿quién soy yo? y él le responde Don Juan de Marco, el mejor amante a quien el mundo ha conocido, él pregunta ¿y usted quién es? y él responde “soy Octavio de Flores, casado con doña lucecita, la luz de mi vida, usted me ha visto a través de todas mis máscaras�.
En la junta médica o reunión clÃnica, Don Juan simula ser quién todos creen que es, para poder salir del psiquiátrico y “don Octavio de Floresâ€� con su esposa, lo llevan a la isla en donde se encuentra con su amor, doña Ana.
El carácter histérico tiene tres componentes, la sugestibilidad, se autosugestiona, se pre
senta como un individuo plástico, es decir que es influenciable e inconsistente, ya que su persona no consigue fijarse en la autenticidad de una identidad personal firmemente establecida, él personaje después de leer el libro Don Juan de Marcos, asume esta personalidad, se autosugestiona. La mitomanÃa, la vemos en sus mentiras, comedias, fabulaciones no cesa de falsificar sus relaciones con los demás, cuando relata su historia, se ofrece siempre como un espectáculo, ya que su existencia es a sus propios ojos una serie discontinua de escenas y de aventuras imaginarias. Las alteraciones sexuales, la vemos en que las expresiones emocionales y pasionales tienen algo teatral, excesivo, que contrasta con fuertes inhibiciones sexuales. Asà el “donjuanismoâ€� masculino de los histéricos ocultan siempre la impotencia, eyaculación precoz o perversiones, la conversión esta presente por este miedo o angustia a ser castrado.
Para concluir, usare las palabras usadas por Lacán.
“...to
do esto es para decirles también que el donjuanismo no ha dicho tal vez su última palabra, digan lo que digan los psicoanalistas. Si bien en este sentido han hecho aportaciones interesantes, si se ha entrevisto algo pertinente con la noción de la homosexualidad de Don Juan, no debe tomarse como habitualmente se toma.
Estoy profundamente convencido de que Don Juan es un personaje demasiado alejado de nosotros en el orden cultural para que los analistas hayan podido tener de el una percepción ajustada. El Don Juan de Mozart, si lo tomamos como la cumbre del personaje y como algo que significa la culminación propiamente dicha de una pregunta, en el sentido en que yo la entiendo aquÃ, es seguramente algo muy distinto de un personaje-reflejo, tal como quiso construÃrnoslo Rank. Sin lugar a dudas, no se debe entender únicamente por este sesgo del doble.
En mi opinión, contrariamente también a lo que suele decirse, Don Juan no se confunde pura y simplemente, ni mucho menos, con el seductor en posesión de pequeños trucos efectivos en toda ocasión. Creo que Don Juan ama a las mujeres, incluso dirÃa que las ama lo bastante como para saber, dado el caso, no decÃrselo, y que las ama lo bastante como para que, cuando se lo dice, ellas le crean.
No es banal, y revela muchas cosas, que para el la situación sea siempre una situación sin salida. Me parece que hay que indagar en el sentido de la noción de la mujer fálica.
En las relaciones de Don Juan con su objeto, hay sin duda algo relacionado con un problema de bisexualidad, pero precisamente en el sentido de que Don Juan busca a la mujer, y se trata de la mujer fálica. Como la busca de verdad, como va a buscarla, como no se contenta con esperarla ni con contemplarla, no la encuentra, o sólo acaba encontrándola bajo la forma de aquel invitado siniestro que en efecto es un más allá de la mujer, inesperado, y que no en vano es efectivamente el padre. Pero no olvidemos que cuando se presenta, lo hace, cosa curiosa, bajo la forma del invitado de piedra, de esa piedra con su lado absolutamente muerto y cerrado, más allá de toda vida de la naturaleza. En suma, ahà es donde Don Juan acaba quebrándose y encuentra la culminación de su destino...�.
“...La relación se lee perfectamente en lo que podrán encontrar en el laberinto y en el rodeo de Rank: que de lo que se trata en Don Juan, si lo vinculamos con cierto estado de los mitos y de los ritos, Don Juan representarÃa, nos dice Rank — y aquà lo guÃa su bu
en olfato aquél que en épocas superadas era capaz de dar el alma sin perder por ello la suya. La famosa (....) se fundarÃa en esto, la existencia que ustedes saben mÃtica del sacerdote desflorador de la primera noche está aquÃ, en esta zona.
Pero Don Juan es una bella historia que funciona y produce su efecto, incluso para quienes no conocen todas sus gentilezas, que seguramente no están ausentes del canto mozartiano y que han de encontrarse más bien del lado de las "Bodas de Figaro" que de "Don Giovanni".
La huella sensible acerca de Don Juan es que la compleja relación del hombre con su objeto está borrada para él, pero al precio de la aceptación de su impostura radical. El prestigio de Don Juan está ligado a la aceptación de esa impostura. Siempre está allÃ, en el lugar de otro: es, por asà decir, el objeto absoluto.
Don Juan es un sueño femenino. Llegado el caso harÃa falta un hombre que fuera perfectamente igual a sà mismo, como en cierto modo la mujer puede jactarse de serlo con relación a él; un hombre al que no le faltara nada. Esto es perfectamente sensible en un término sobre el que tendré que volver a propósito de la estructura general del masoquismo la relación de Don Juan con la imagen del padre en tanto que no castrado, es decir, una pura imagen, una imagen femenina.
El fantasma de Don Juan es un fantasma femenino, es el anhelo en la mujer de una imagen que juega su función, función fantasmática; hay un hombre que lo tiene primero, no está castrado, lo cual evidentemente, es un claro desconocimiento de la realidad; pero todavÃa mucho más: él lo tien
e siempre, no puede perderlo. Lo que precisamente implica la posición de Don Juan en el fantasma es que ninguna mujer puede tomárselo, esto es lo esencial, y evidentemente —por eso dije que se trata de un fantasma femenino— esto es lo que él tiene en esta ocasión de conocer con la mujer, a quien, por cierto, no se le puede tomar puesto que ella no lo tiene. Lo que la mujer ve en el homenaje del deseo masculino es que ese objeto pasa a ser de su pertenencia. Esto no quiere decir nada más que lo que acabo de sostener: que no se pierde, Don Juan le asegura que hay un hombre que no se pierde en ningún caso.
Eso es el otro sexo, el sexo masculino, para las mujeres. En esto, la imagen de Don Juan es muy importante...�.
Es bien sabido cuánto se han divertido los analistas con Don Juan, con el cual hicieron de todo, y, hasta lo que es el colmo, un homosexual. Pero céntreselo sobre la imagen que acabo de hacerles, ese espacio del goce sexual recubierto por conjuntos abiertos, que constituyen una finitud, y que a la postre se cuentan. ¿Acaso no se ve que lo esencial en el mito femenino de Don Juan es que las posee una por una?.
